Tradúceme.

domingo, 27 de septiembre de 2015

A partir de mañana...

Mi libro está acabado. El contrato de edición está sobre la mesa del comedor, sin firmar. No hay plazos que  esté incumpliendo ni nada de eso por no haberlo enviado. Como he dicho más de una vez solo se necesita dinero para publicar un libro. Haya más o menos talento, más o menos creatividad, sean o no capaces de emocionar las palabras que componen sus páginas. Así que como pago yo...
No vivo de eso, no de lo que escribo ¿Qué me da miedo? ¿No gustar? ¿Importa?
Nunca me planteé escribir una novela romántica, aunque estaba claro que el amor salía por todas partes en todo lo que escribía. Tampoco imaginé nunca que escribiría escenas más o menos eróticas. Ese era siempre mi punto flaco, en cuanto mis personajes se acercaban al primer beso yo hacía como en aquellas películas antiguas...fundido a negro y fin. Describir besos, caricias, sensaciones, emociones, supuso un reto personal. Aunque si comparo lo que escribo en ese apartado con lo que escriben quienes saben hacerlo, sigo haciéndolo en...blanco y negro. Pero he de reconocer que me gusta así. Para mi el erotismo debe dejar lugar a que juegue la imaginación. A que sea ella quien rellene los huecos que quedan en lo que escribe alguien como yo, con un talento más que moderado. Me gusta que el sexo sea un "efecto secundario" del amor. 
Mariposa Negra está acabado, es un libro con otro libro dentro. Dos historias que han terminado teniendo un cierto paralelismo. Con emociones, sensaciones, y todos esos momentos de inseguridad e indecisión que rodean a Valentina, los que la conocen sabrán de que les hablo. Con ese sexo consecuencia de lo que siente, de lo que su corazón siente. Siempre...dulce y cálido, siempre emotivo. Y no por eso menos...excitante.
Sirvan estas palabras para exorcizar ese miedo "escénico" del que no me libro últimamente. Sirvan para presentar, desde aquí, desde este rincón al que casi nadie presta atención, a mi libro. A esa continuación de la vida de Valentina, de Para ti, amor mío. A todas esas palabras que he ido escribiendo hasta tener un buen puñado, y a las que he titulado...Mariposa Negra.
Mañana, enviaré el contrato. A partir de mañana...no habrá vuelta  atrás.