Tradúceme.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Amor...amor...amor..




Él la amó, la amó entre aquellas cuatro paredes vacías.
La amó, en la penumbra fría de un amanecer de invierno.
La amó, hasta que no quedaron fuerzas en su cuerpo, hasta quedar su boca sin aliento.
Él la amó, la ama.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Primera vez.

Los comienzos nunca son fáciles.
Esto es algo parecido a una primera cita.
Tratas de estar guapa, de causar buena impresión, de ser simpática, de tener una conversación inteligente, quieres...dejar al otro con ganas de más.
Dicen que si un libro no te atrapa en las primeras páginas, difícilmente lo hará. Es complicado hallar las justas que interesen a todo el mundo. No soy escritora, aunque me hubiese gustado mucho serlo, y eso, no quita, que me agrade escribir. Mi secreto más inconfesable es que me gusta que lean lo que escribo, porque pienso que las palabras escritas solo están vivas cuando alguien las lee, y quiero que las mías lo estén. Esa es una de las razones de este lugar.
¿Cómo hacer que si llegáis hasta aquí, queráis volver?
Difícil...¿verdad?
Puedo optar por rebuscar entre lo que llevo escrito algo bonito, ¿un cuento quizá?.
O puedo simplemente dejar aquí las palabras que hoy mismo han salido de mi, aunque probablemente sea algo sin mucho sentido.
O tal vez...
Algo que os hable del sol frío y luminoso de un día de invierno. De una mujer que se sienta a escribir al hombre al que ama. De las lágrimas que derrama sobre el papel, de como las siente resbalar cálidas por sus mejillas. Y le escribe algo como...

Echo de menos tu sonrisa al verme llegar, y tus brazos extendidos esperando que me refugie en ellos.
Echo de menos el momento en que me aprietas contra tu pecho, y tus labios buscando un primer beso.
Echo de menos tu olor y tu calor, las caricias de tus manos en mi espalda mientras me abrazas.
Echo de menos tus ojos perdidos en los míos, y la manera en que me dices...te quiero.

No sé vosotros pero a mi casi me parece verlos abrazados. Ella con la nariz pegada a su cuello, con los ojos cerrados aspirando su perfume, respirando tranquila, porque por fin está con él.

En fin, no puedo prometer mucho, pero si puedo prometer más.
En esta primera cita he pensado que mejor ser sólo yo, sin mucho maquillaje, esperando que os cautive...mi encanto natural.
Y si al menos habéis leído hasta aquí...Gracias.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Léeme despacio.

Deja que cada letra te acaricie como si fuesen las yemas de mis dedos. Deja que vayan formando palabras que te besen, dibujando tu cuello, tus labios, tu pecho. Deja que sean frases que busquen tu parte más masculina, describiendo el placer de explorar tu cuerpo. Deja que compongan párrafos enteros que narren como mi lengua la recorre, como mi boca, suave, se contiene de devorarte ávida, anhelante, deseosa de  entregarte mi interior. Deja  la cordura, piérdete por un momento en la locura cálida de mi cuerpo, y sumérgete suavemente en él. Deja que derrame páginas completas de amor, de entrega, de la más absoluta entrega....


Es un párrafo de lo que ostentosamente llamo "mi libro". Libro que aún no es tal, de momento sólo son páginas escritas guardadas en la memoria de mi ordenador. Me hace ilusión verlo "hecho carne", que sea sólido y real, y espero poder hacerlo pronto. Como es mío, y soy yo quien piensa pagar su publicación, he pensando que no hay problema alguno en mostrar un trocito aquí, puesto que he decidido bautizar este rincón con las mismas palabras que encabezan esas pocas frases.
No sé cuantos días tardaré en decirle al mundo que este blog ha nacido. No sé qué se podrá leer aquí, quién sabe...un poco de todo. De lo que salga nuevo de mi corazón, de mi alma, de mis pensamientos, de mi imaginación, de mis desvarios. Y de lo que haya guardado en la memoria, que parece infinita, de este ordenador. Cuentos infantiles, relatos, poemas...frases sueltas escritas los días que ha estado nublado. Un poco de mí, y un mucho de fantasía.
Por lo pronto, ya sabes...tú...léeme despacio.