Tradúceme.

jueves, 24 de julio de 2014

De viaje.

Sé que para escribir únicamente he de sentarme a hacerlo. Dejar que unas veces sea mi cabeza quien dicte las palabras, y mi corazón quien las filtre y las caldee. Otras es justo al contrario, es mi corazón quien dicta, y mi cabeza quien filtra mientras las enfría. Que vuelen pensamientos y sentimientos. Que mis dedos trabajen solos porque si me preguntan nunca sé decir cuantos uso al escribir, si uno, dos, o los diez. Lo cierto es que han aprendido el camino por las letras del teclado a su manera, y ahora ya no hay forma de que lo hagan de esa que cualquiera llamaría... la correcta.
Sí, escribí unas frases y me paré, me detuve.
Ahora que ando de acá para allá cotilleando un poco, caminando de puntillas por todos esos lugares en los que se mueven los que como yo escriben, veo que se hacen bilogías (no sé si el termino existe cuando lo pongo en google me dice una y otra vez ¿has querido decir biología?), y trilogías en grandes cantidades. ¿Debería hacer yo lo mismo? ¿Bilogía, trilogía? ¿Se podrá decir cuatrilogía?  ¿O hago lo de siempre, empezar a escribir y a ver qué sale?
En fin...
Ayer envié unos ejemplares de "Para ti, amor mío" a una distribuidora, la editorial me los solicitó a mí a petición de ellos, por si me interesaba probar a ver que tal se da "fuera del pueblo". No son más que cinco, que probablemente pasen desapercibidos entre la marabunta de libros que hay en el mercado pero...allá que van solitos los pobres a ver que pasa con ellos. Y por si alguien se lo pregunta no estoy haciendo el cuento de la lechera. Si por un casual la distribuidora pensase que son vendibles no supondría mucho beneficio para mi y si un gran gasto ¿qué por qué lo hago entonces? Vanidad, orgullo, curiosidad, saber hasta donde, no sé, me tentó la oportunidad. Lo único que siento es que no voy a poder saber en que lugar estarán, porque os juro que iría a verlos, en fin...
Este verano "Para ti, amor mío" se ha ido de viaje...y me ha dejado aquí.

sábado, 19 de julio de 2014

Creo que...

Hoy he escrito unas cuantas frases, pocas en realidad. Sin embargo creo que...aunque es pronto para saberlo, porque para estar segura de ciertas cosas hay que esperar, creo que...
Mejor no digo nada, mejor espero a llevar al menos unos cuantos folios. Muchas veces se intenta con tantas ganas que una..."no se queda" a la primera. Es que han salido de mí con tanta facilidad que...creo que...
Por un momento ha tenido hasta título...pero mejor espero...sí...espero...

Tú y yo...somos...cinco.

La distancia, otra que tal baila.
Alguien a tu lado puede estar a años luz de ti. Alguien al otro lado del mundo puede estar pegado a tu piel.
La distancia como el tiempo se puede medir aunque la manera en que la apreciamos entra en el terreno de lo particular, de lo personal. Es real, está ahí, puedes decir exactamente a que distancia está esto o lo otro. A que distancia está... por ejemplo... ¿Cómo se mide la distancia que te separa de la persona que amas? ¿Cuánto se separa de ti alguien que quiere poner distancia entre él y tú? ¿Cómo de lejos ha de irse? ¿Cuándo da igual que sean dos metros o dos mil kilómetros? ¿En qué momento te das cuenta de que no le importa estar lejos de ti? ¿Cómo se salva una distancia si no te puedes acercar? ¿Se llega antes si te quedas quieta? Nunca hay una relación de dos. Somos tú, yo, el tiempo...y la distancia. Y que cuatro se pongan de acuerdo es...si no imposible sí muy complicado.
Sólo si dejamos entrar a una quinta podremos intentarlo, así que dejemos formar parte de todo a...la paciencia...

lunes, 14 de julio de 2014

Simplemente.

No sabía apagarse, desconectarse, ni siquiera sabía como hacer una pausa. ¿Cómo se le pide a un corazón que lata a otro ritmo? Lo había intentado, de verdad que lo intentaba. ¿Cómo se puede no pensar? Se esforzó en no hacerlo, en no pensar en él, y lo único que conseguía era llenar su mente con su persona, con todos aquellos recuerdos en los que él, era protagonista. Ella tenía, como siempre, mil locas teorías, o quizás eran las más cuerdas y la más razonables. Si te alejas de una persona a quien dices amar por propia voluntad, quizá, simplemente, es que no la amas. Si dejas de hablarle, de mirarla a los ojos, de sentirla cerca, sin que sea la propia muerte quien te lo impida, puede, simplemente, que eso sea lo que quieres. Si eres capaz de pedirle a tu corazón que no repita su nombre en cada latido, a lo mejor, simplemente, es que no late por quien dices que lo hace. El amor no se apaga y se enciende a nuestro antojo, se siente o no se siente, y nunca se razona. El amor no tiene un por qué, no se doblega, sólo ordena y los que lo aman, obedecen. Y a su parecer, no eran esclavos, si no afortunados, aquellos que podían disfrutar de tal sentimiento.
Ella había aceptado que, simplemente, estaba enamorada.

miércoles, 9 de julio de 2014

Gracias.

Cuando alguien que ha compartido con Valentina todo lo que sentía me dice que escriba una segunda parte, las primeras palabras de ese otro libro empiezan a tomar forma en mi imaginación. Casi podría empezarlo, sería tan sencillo volver con ella, tan fácil.
Esas primeras frases serían algo como...
Valentina negó la existencia de Víctor a todo aquel curioso, más bien curiosa, que preguntó por él. Negó su amor, negó que le amases hasta que le dolió, hasta que cada no que pronunciaba le hizo daño. Hasta que ella misma llego a preguntarse...¿Existe?
Aunque siguiendo la manera en que está escrito "Para ti, amor mío" debería ser...
Negué la existencia de Víctor a todo aquel curioso, más bien curiosa, que preguntó por él. Negué su amor, negué que le amase hasta que me dolió, hasta que cada no que pronunciaba me hizo daño. Hasta que yo misma me pregunté...¿Existe?
Y sería capaz de seguir, de traer de nuevo a Víctor a escena...o no...quién sabe, o tal vez yo sí que lo sé...
Y me pregunto...¿primera o tercera persona? Quizá una mezcla de las dos, quizá habría quien tuviese que tener más voz.
En fin, Valentina me resulta cómoda, creo que es sólo eso, que me sigue resultando muy familiar. Quienes lo van leyendo me cuentan que les ha gustado, que es justo como lo he descrito, fácil de leer, rápido, ameno, y bueno...bonito, que es algo que siempre he dicho de él, una bonita historia de amor.
Gracias por dedicar un ratito a leer mis palabras, a leer "Para ti, amor mío", gracias, de corazón.

viernes, 4 de julio de 2014

Matando el tiempo.

Prometiste matar el tiempo.
¡Mátalo! te dije ¡Hazlo! Merece la muerte por alejarte una, y otra, y otra vez de mí. Por pasar deprisa cuando no debe hacerlo. Por parecer que se detiene cuando debería correr. Pero no olvides hacerlo cuando estés a mi lado. Si el tiempo muere todo se detendrá. Nos quedaremos atrapados en el instante en que eso suceda, en el mismo día, la misma hora, el mismo minuto, el mismo segundo. ¡Mátalo! cuando estés a mi lado, cuando me estés besando, cuando estés haciéndome el amor. No me importaría pasar así toda una eternidad. Detén el tiempo para nosotros..
Si tú no matas...lo haré yo.