Tradúceme.

domingo, 27 de abril de 2014

Persiguiendo un sueño.

Te he seguido toda la noche y no he conseguido tenerte.
Es lo malo de verte sólo en sueños, de contener el aire y respirar únicamente en tu presencia. Siempre un minuto por delante, o un minuto por detrás. Fuego que arde sin quemar pero que me consume. Pasión que se desata apenas se cierra la puerta tras de ti. Bocas que se devoran, labios que no se separan. Tu piel me envuelve y la mía trata de hacer lo mismo contigo. Tu cuerpo es uno con el mío. Vives dentro de mi, mueres dentro de mi.
Todo conformando un sueño donde no consigo alcanzarte, donde no llego a tenerte...¿o sí?

lunes, 21 de abril de 2014

Hoy.

Algunas, muchas veces, lo que escribo sólo tiene sentido para mí.
Palabras que en el momento en que nacieron expresaban un sentimiento, o un pensamiento. Cualquier cosa puede llevarme a "crear"(sí, siempre entre comillas) uno de esos pequeños párrafos que voy guardando y que muchas veces olvido.
Algunas, muchas veces, al releerlo le encuentro sentido. Recuerdo que me llevó a escribirlo, o puedo aplicarlo  al momento presente. Otras me es imposible saber que pensaba cuando me senté a poner en palabras lo que sentía.
Hace un par de días repasando esa carpeta que guardo bajo el nombre de "cosas que escribí", encontré esto.
"Él no se atreverá a tocarla, ella esperará que lo haga. Bastará un leve roce para encender una pasión que no creía que pudiera volver a sentir. Ese fuego, le hará dudar de todo lo que tenía claro hasta ese momento. Dudará de ese futuro que tenía marcado. Ella sabe, que podría hacer con él lo que quisiera. Sabe, que la mejor manera de retenerlo es dejarlo libre. Que usando su libertad, él, hará hasta lo imposible por llegar hasta ella"
De haberlo hallado antes hubiese tenido cabida en ese libro que "creé" y que hoy acabo de terminar de releer después de haber sido corregido. No sé la de veces que lo habré leído. No sé la de veces que he pensado que ya no me gustaba. No sé la de veces que he pensado que hacía bien publicándolo y la de veces que he pensado justamente lo contrario. Hoy, cuando he terminado, cuando he llegado de nuevo al punto y final definitivo, lo he encontrado bonito. Bonito gracias a quien me ha indicado donde debía poner alguna que otra coma, o mejor dicho, de donde debía quitarla. De nuevo he sentido ganas de que sea una realidad que pueda sostener entre las manos. Sigo pensando que hay muchas cosas que me vienen grandes. Sigo pensando, sé a ciencia cierta, que no lo hago demasiado bien. Mi anoréxica autoestima, que se niega a alimentarse y engordar, no deja de susurrarme al oído cientos de contras,  pero... hoy, ahora mismo, cuando son las 18:43 minutos de la tarde(ponga la hora que ponga al final de estas palabras) no la oigo(aunque parezca lo contrario), y sería capaz de mostrárselo al mundo entero y decir...EL LIBRO QUE LEÉIS LO HE ESCRITO YO.
Y a  lo mejor no os gusta, pero a mi, me ha parecido precioso.

sábado, 19 de abril de 2014

Un día más.

Un atardecer más. Un puesta de sol más. 
¿Cómo podía añorar lo que nunca había tenido?
¿Cómo podía echar de menos unos brazos que nunca la habían abrazado?. ¿Cómo podía anhelar que la  mirasen unos ojos que nunca la había mirado?. ¿Cómo podía desear que la besasen unos labios que nunca la habían besado?.
¿Cómo podía marcharse el sol, un día más, si él no estaba a su lado para despedirlo juntos?
El día y la noche se fundían en uno sólo en esa hora crepuscular. No duraría más que unos minutos, antes de que el uno diese paso a la otra. Antes de que el sol dejase reinar a la luna. Un instante. 
Cuanto hubiese dado ella por tener al menos esa brevedad diaria.
¿Cómo podía el sol desplegar tanta belleza en su adiós diario, si él no estaba con ella para disfrutarla?
¿Cómo podía él, dejar que el sol se pusiese un atardecer más, sin estar con ella?

lunes, 14 de abril de 2014

El mar y la roca.

Miraba el mar desde lo más alto del acantilado. Las aguas estaban tranquilas y de un azul tan transparente que alcanzaba, incluso a esa distancia, a ver el fondo. Las olas rompían contra las enorme rocas. A pocos metros de aquellos gigantes asomaba una mucho más pequeña. El agua se arremolinaba a su alrededor. Parecía que quisiera abrazarla, envolverla. Y a pesar de la inmovilidad de la roca esta siempre se escapaba. Una y otra vez llegaba hasta ella dando una vuelta completa que la rodeaba. Haciendo que la espuma blanca dibujases círculos en el agua, mientras la roca desaparecía bajo ella. El mar insistía en su abrazo, y la roca, se escurría de entre sus brazos.
Eran como tú y yo. Como mi insistencia en amarte. Como mi  empeño en abrazarte para que no te marches. Soy ese mar incansable, paciente. Intentando una y otra vez que estés entre mis brazos.
Como ese mar algunas veces soy furia. Fuerza incontrolable que golpea, que reclama devastadora todo aquello que alcanza para si.
Como ese mar algunas veces soy calma. Ola que cubre suavemente la arena, besándola, para luego retirarse. Murmullo adormecedor lleno de palabras de amor.
No puedo vivir porque te amo, y no podría hacerlo sin amarte.

martes, 8 de abril de 2014

Un momento feliz.

Me gusta escribir y mientras más lo hago, más errores cometo.
Los puntos y las comas siempre se han llevado regular conmigo. Con el punto y coma ni me hablo. Los puntos y aparte me parecen algo trágicos. Y con los puntos suspensivos, bueno, confieso que en cierta época fui adicta a ellos. Aún hoy sigo sintiendo una atracción especial...
Construyo las frases a mi libre albedrío ¿Puedo decir eso para decir que lo hago como me de la gana?
La ortografía y la gramática son dos señoritas estiradas que me miran por encima del hombro.
Escribo sobre instantes y momentos. Los uso como "pegamento" para crear mis historias. Al fin y al cabo qué es la vida sino una sucesión de momentos y de instantes, que pegados, conformando nuestra muy personal historia. Momentos felices, y otros que lo son mucho menos. Hay días en que tenemos un momento feliz, o dos, o tres. A lo mejor hay quien tiene muchísimos todos los días vete tú a saber. Yo he tenido uno hoy, quizás dos si pensamos en el que está sucediendo en este instante. Escribo, y eso, siempre me hace feliz de alguna manera. 
Aunque no sean más que(puntos suspensivos)una sarta de tonterías.
A lo mejor mañana, tengo otro...momento feliz digo.


Y por cierto, y aunque precisamente este no sea un texto de importancia, es la última vez que me "anuncio". Sabéis donde estoy y estáis más que invitados a pasar cuando queráis. No es necesario que os invite cada vez que dejo constancia de algún... momento.

sábado, 5 de abril de 2014

Esperanza.

La esperanza.
Esa que es lo último que se pierde y que algunas veces, debería desaparecer.
Esa que nos hace luchar cuando queremos rendirnos.
Esa garrapata con la cabeza hundida directamente en tu corazón. Gorda y lustrosa, alimentándose de sueños y de ilusiones.
Parásito que no te da nada a cambio. Únicamente de vez en cuando se remueve, ahondando, clavándose, asegurándose de que la notas. Haciéndote saber que sigue ahí, que no la has perdido.
Que no te has deshecho de ella.
Que aún la tienes.
Esperanza.