Se acostumbró a ser un secreto. Alguien que espera en la sombra a ser necesitado. A que no se pronunciase su nombre. A no tener rostro. A vivir solo en los sueños de quien recibía lo que daba.
Se acostumbró a no existir, a no estar, a no ser. Se acostumbro al dolor, de no importar.
¿Se acostumbró?
Cuando no pudo hacerlo. Cuando la vida, su vida, le dolió; se libró de ella.
Tradúceme.
martes, 29 de septiembre de 2015
domingo, 27 de septiembre de 2015
A partir de mañana...
Mi libro está acabado. El contrato de edición está sobre la mesa del comedor, sin firmar. No hay plazos que esté incumpliendo ni nada de eso por no haberlo enviado. Como he dicho más de una vez solo se necesita dinero para publicar un libro. Haya más o menos talento, más o menos creatividad, sean o no capaces de emocionar las palabras que componen sus páginas. Así que como pago yo...
No vivo de eso, no de lo que escribo ¿Qué me da miedo? ¿No gustar? ¿Importa?
Nunca me planteé escribir una novela romántica, aunque estaba claro que el amor salía por todas partes en todo lo que escribía. Tampoco imaginé nunca que escribiría escenas más o menos eróticas. Ese era siempre mi punto flaco, en cuanto mis personajes se acercaban al primer beso yo hacía como en aquellas películas antiguas...fundido a negro y fin. Describir besos, caricias, sensaciones, emociones, supuso un reto personal. Aunque si comparo lo que escribo en ese apartado con lo que escriben quienes saben hacerlo, sigo haciéndolo en...blanco y negro. Pero he de reconocer que me gusta así. Para mi el erotismo debe dejar lugar a que juegue la imaginación. A que sea ella quien rellene los huecos que quedan en lo que escribe alguien como yo, con un talento más que moderado. Me gusta que el sexo sea un "efecto secundario" del amor.
Mariposa Negra está acabado, es un libro con otro libro dentro. Dos historias que han terminado teniendo un cierto paralelismo. Con emociones, sensaciones, y todos esos momentos de inseguridad e indecisión que rodean a Valentina, los que la conocen sabrán de que les hablo. Con ese sexo consecuencia de lo que siente, de lo que su corazón siente. Siempre...dulce y cálido, siempre emotivo. Y no por eso menos...excitante.
Sirvan estas palabras para exorcizar ese miedo "escénico" del que no me libro últimamente. Sirvan para presentar, desde aquí, desde este rincón al que casi nadie presta atención, a mi libro. A esa continuación de la vida de Valentina, de Para ti, amor mío. A todas esas palabras que he ido escribiendo hasta tener un buen puñado, y a las que he titulado...Mariposa Negra.
Mañana, enviaré el contrato. A partir de mañana...no habrá vuelta atrás.
lunes, 14 de septiembre de 2015
¿Vivo?
Vivo de tus ojos, en ellos.
Vivo de tus labios, en ellos.
Vivo de tus manos, en ellas.
Vivo, de tu cuerpo en el mío.
La mujer que ves la creas tú. No existe sin ti, no vive sin ti. No es más que una cascara vacía en espera de que la llenes. Como una flor que pliega sus pétalos a la noche en espera del nuevo día, en espera del sol. Una semilla en espera de la primavera. Un corazón en espera de latir por amor.
Contengo el aire, en espera de tu aliento para respirar.
Contengo mi vida, en espera de que me la des tú.
Tú decides...si voy a vivir; o no.
Vivo de tus labios, en ellos.
Vivo de tus manos, en ellas.
Vivo, de tu cuerpo en el mío.
La mujer que ves la creas tú. No existe sin ti, no vive sin ti. No es más que una cascara vacía en espera de que la llenes. Como una flor que pliega sus pétalos a la noche en espera del nuevo día, en espera del sol. Una semilla en espera de la primavera. Un corazón en espera de latir por amor.
Contengo el aire, en espera de tu aliento para respirar.
Contengo mi vida, en espera de que me la des tú.
Tú decides...si voy a vivir; o no.
viernes, 11 de septiembre de 2015
Todos los besos que me debes...
Todos los besos que me debes...
Una cuenta pendiente que crece y crece. Una deuda que reclamar. Un pago que querría inmediato.
La paciencia y la prudencia, ¿virtudes? ¿defectos? Quizá lo sean si lo son en exceso.
Excesivamente paciente¿se puede pecar de eso? Quizá parece que espero y que olvido, todos esos besos que me debes. Que no quiero que abones lo que adeudas, porque no exijo su pago. Porque espero que sea el deseo de devolvérmelos uno a uno el que te traiga de nuevo a mí. Porque nunca soy lo que se espera de mí. Porque siempre hago mucho, o hago poco, pero nunca en la cantidad correcta.
Excesivamente prudente ¿también se puede pecar de eso? ¿quién no calcularía los riesgos de perderte por querer tenerte? quien no estaría atenta a una palabra de más, a una de menos. Estos pies de plomo me atan al suelo y no dejan que me mueva. Y las alas se me atrofian, se encogen dolorosamente de no poder alzar el vuelo ¿nunca me has visto volar? ¿no querrías verme volar?
Hasta ti, y hasta todos los besos que me debes...
Una cuenta pendiente que crece y crece. Una deuda que reclamar. Un pago que querría inmediato.
La paciencia y la prudencia, ¿virtudes? ¿defectos? Quizá lo sean si lo son en exceso.
Excesivamente paciente¿se puede pecar de eso? Quizá parece que espero y que olvido, todos esos besos que me debes. Que no quiero que abones lo que adeudas, porque no exijo su pago. Porque espero que sea el deseo de devolvérmelos uno a uno el que te traiga de nuevo a mí. Porque nunca soy lo que se espera de mí. Porque siempre hago mucho, o hago poco, pero nunca en la cantidad correcta.
Excesivamente prudente ¿también se puede pecar de eso? ¿quién no calcularía los riesgos de perderte por querer tenerte? quien no estaría atenta a una palabra de más, a una de menos. Estos pies de plomo me atan al suelo y no dejan que me mueva. Y las alas se me atrofian, se encogen dolorosamente de no poder alzar el vuelo ¿nunca me has visto volar? ¿no querrías verme volar?
Hasta ti, y hasta todos los besos que me debes...
lunes, 7 de septiembre de 2015
Desde mi reino.
Estoy atrapada aquí, este es mi reino.
Este pequeño espacio en blanco donde escribo. No soy más que esto, palabras. Puedo hacer o deshacer a mi entera voluntad. Nada se me niega, este es mi reino. Soy dueña absoluta de todo cuanto sea capaz de crear. Puedo estar sola en él, o traerte hasta mí sin que puedas hacer nada para evitarlo. Puedo escribirte y tenerte. Pero no puedo salir de aquí.
Este que ves ante ti es mi basto imperio, mi reino.
Compártelo conmigo.
viernes, 4 de septiembre de 2015
De pedacitos de...
Fue dejando parte de ella por distintos lugares. Trozos, unos más pequeños que otros. Fragmentos de ese rompecabezas que era su interior. Todo aquello que no se ve y que algunos intuían. Y solo quien es capaz de hallar, de unir, de ensamblar cada una de esas piezas consigue conocerla.
Ella misma pierde en ocasiones porciones de si misma. Algunas veces siente que nada encaja en su sitio. Que tal vez alguien se ha quedado con una de esas fracciones en la que se ha ido dividiendo. Que ha sido diferentes personas para quien la necesitaba. Que se ha adaptado a lo que deseaban. Que se ha fragmentado tanto y tantas veces, que ni ella es capaz de recomponerse.
Nadie, puede que nadie, haya completado nunca la imagen que conforma todos esos pedacitos.
Tal vez nunca, nadie, tenga la paciencia...
Ella misma pierde en ocasiones porciones de si misma. Algunas veces siente que nada encaja en su sitio. Que tal vez alguien se ha quedado con una de esas fracciones en la que se ha ido dividiendo. Que ha sido diferentes personas para quien la necesitaba. Que se ha adaptado a lo que deseaban. Que se ha fragmentado tanto y tantas veces, que ni ella es capaz de recomponerse.
Nadie, puede que nadie, haya completado nunca la imagen que conforma todos esos pedacitos.
Tal vez nunca, nadie, tenga la paciencia...
martes, 1 de septiembre de 2015
Cuando el verano...
Cuando el verano se agote. Cuando le ceda espacio al otoño y la vida parezca marchitarse. Cuando el verde de los arboles cambie a una paleta de rojizos y dorados. Cuando el cielo se torne gris día sí, día no. Cuando las nubes no dejen ver el sol. Cuando los atardeceres sean rápidos y tempranos. Cuando los amaneceres vuelvan a ser fríos.Cuando la Luna llena encuentre todas las ventanas cerradas y no halle por donde colarse. Cuando el viento sople solitario y quejoso arrastrando las hojas muertas por la calle. Cuando la lluvia sean lágrimas gruesas golpeando los cristales. Cuando todo sea preludio de invierno, de frío, de escarcha. Cuando las noches no estén perfumadas por las flores nocturnas. Cuando sean heladas y largas, y no tenga con que arropar mi alma.
Cuando todo eso pase ¿Dónde estarás tú? Dónde estará mi primavera...
Cuando todo eso pase ¿Dónde estarás tú? Dónde estará mi primavera...
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