Tradúceme.

domingo, 29 de mayo de 2016

Cuando no puedas dormir...

Deja que te cuente un cuento.
Ven, recuéstate a mi lado y descansa tu cabeza en mi pecho, respira conmigo y escúchame.
Había una vez hace mucho, mucho tiempo...
Oye mi voz, deja que te envuelva, que te lleve a un lejano y hermoso lugar, y recórrelo conmigo. Mira el frondoso bosque, y la hierba verde cuajada de flores en un claro entre los árboles. El sol te calienta el rostro, la brisa perfumada trae consigo el trino de los pájaros. Se el príncipe y déjame ser la princesa. Cabalga veloz con tu brioso corcel y llévame a la grupa. Siente mis manos rodeando tu pecho mientras me sujeto a ti,  y mis labios cerca de tu cuello. Vivamos mil aventuras, y al final de cada día, bésame. Deja que mis palabras te llenen de sueños, que te hagan volar y te acomoden en una esponjosa nube. Deja que sea la hechicera que obrará su magia para hacerte feliz, para pintar tu vida de colores, y llenar tus días de sonrisas. Deja que mi magia, sea el amor.
Duermes, soy tu calma, tu sosiego, tu paz, tu cielo, tu amor.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Solo para ti...

Tú unes todas esas partes en las que estoy dividida.
La niña tímida que sigue dentro de mí.
La adolescente indecisa que no se decidió a tantas y tantas cosas.
La joven que tuvo que crecer, porque no le sirvió de nada pensar que seguía siendo una niña.
Y esa otra, la mujer, la que te ama. La que en su madurez ha decidido que eres tú, y no otro, con el que quiere compartir su tiempo. La que te desea, y deja de ser todo lo demás para ser autentica. La que se vuelve fuego en tus manos. La que solo desea verte arder y consumirte de pasión, con ella. Esa Cenicienta, princesa solo a ratos, que se viste de seda negra y tacones de aguja para ti. La que imagina un mundo entero para sorprenderte. La crea de la nada tus sonrisas. La que ha hecho de un sentimiento una vida, y te la ha dado a ti.
Una flor que solo florece bajo tus cuidados, solo en tu presencia, y solo para ti.

martes, 17 de mayo de 2016

Preguntas...

¿Cuándo decide el náufrago dejar de luchar contra las olas, dejar de intentar mantenerse a flote?. ¿Cuándo suelta el tronco al que se ha sujetado con todas sus fuerzas tal vez durante días?. ¿En que momento baja los brazos, y deja que lo engullan las aguas heladas del mar?. Y se hunde, sin ni siquiera tratar de aguantar un minuto más la respiración. ¿Cómo sabe que tiene que rendirse y que perder su vida, acabar en ese momento, es la única salida?. ¿Se siente un cobarde, o por el contrario muere sabiendo que lo ha dado todo hasta el último instante?. ¿Pensará cuando la oscuridad lo envuelva y sienta que la vida lo abandona, que podía haber luchado un poco más?.
¿Cuándo sabes, como el náufrago, que lo tienes todo perdido? Que no avanzas, aunque tras cada caída te pongas en pie una y otra vez.
¿Cuántas lágrimas son necesarias?.
¿Cómo se renuncia, a lo que te hace sentir vivo?
Y si lo que te hace vivir es un sentimiento¿Se puede dejar de sentir?

Arrancó de la libreta la hoja en que la que anotaba para si todas esas preguntas. La estrujo sin muchas ganas entre los dedos, y la puso junto a las otras en un rincón de la mesa. Soltó el lápiz y se pasó la mano por el pelo. Volvió a acomodarse en la silla y colocó la libreta, cada vez más delgada, en el angulo que le gustaba para escribir. Respiró hondo, y comenzó a preguntarse...

miércoles, 11 de mayo de 2016

Al borde del abismo...


Sientes como tu piel se estremece con un ligero escalofrió. Oyes el sonido apenas audible de algo que se quiebra, sin romperse. Pronuncias palabras que nunca creías que fueses capaz de pronunciar. Y claramente reconoces, el principio del final.  Has dado un paso, y tus pies, ya no pisan sobre firme. Un abismo oscuro e interminable se abre bajo ellos. Braceas desesperada queriendo retroceder, pero no hay nada a lo que asirse. Tus manos, no hallan más que aire que no te puede sostener. Y el pánico, se adueña de ti.
 Es ese punto sin retorno desde el que no hay vuelta atrás.
Ese, en el que te preguntas ¿Qué he hecho? ¿Qué voy a hacer?

Y quien está frente a ti te mira, y te pregunta ¿Por qué?