Tengo tanta hambre, tanta, de ti...tanta, que temo querer devorarte cuando te tenga a mi alcance, en lugar de saborearte. No dejes que quiera atiborrarme de tus besos, pídeme que pare, que vaya poco a poco. Haz que los deguste uno a uno, que no me pierda ni un solo matiz de su sabor, de tu sabor. No quiero que la premura por tenerte haga que pase por alto algún rincón de tu cuerpo. Que la prisa por amarte haga que no acaricie algún centímetro de tu piel. Que mis dedos no te dibujen al completo. Quiero ser marea que sube lento, hasta inundarte, cubrirte por entero. Quiero que mis caricias hagan de ti una roca, para que el agua de mi deseo la empape y la venza. Que te deshagas en mí, que te rindas a mi, y que no quieras abandonar nunca el refugio que te ofrece mí cuerpo. Quiero parar el tiempo con el primer beso, y que tú me pidas que sea así para siempre. Dar sentido a todas las frases hechas, ser uno, fundirse, respirarse, complementarse...
Quiero hacerlo, despacio...lo que quiero...es hacerte el amor...