Te quiero mío, sí, así, como suena. Mío con egoísmo, aunque me tachen de celosa y posesiva. Mío sin compartirte con nada ni con nadie. Míos los latidos de tu corazón, mías cada una de tus miradas y tus sonrisas. Mío cada vez que respires. Mías todas las palabras de amor que pronuncies. Míos tus pensamientos. Míos cada uno de tus días, y cada una de tus noches. Míos tus sueños, tus anhelos, tus deseos más lujuriosos. Mía tu piel y tu boca. Míos cada uno de tus gemidos, cada grito de placer que sea capaz de arrancarte. Mío hasta ser yo quien te posea. Mío dentro de mí. Mía tu pasión cuando se desborda. Mía tu esencia cuando se derrama. Mío para poder decir a todo el mundo que lo eres. Mío porque tú quieras serlo. Mío porque no concibo otra manera de amarte, porque no concibas ser de otra. Mío sin pausas, sin esperas, sin paréntesis, sin fingimientos.
Mío, tan mío, que solo pienses en que yo sea tuya...