Tradúceme.

martes, 23 de septiembre de 2014

2.000




Cuando he abierto hoy el blog me he encontrado con la sorpresa de haber alcanzado casi las dos mil visitas. Sí, aunque pueda no parecerlo por el silencio que reina habitualmente en este lugar. Un momento, para mí, sublime, tanto como una puesta de sol. Cada uno de nuestros días vivimos una, la apreciemos o no sucede. Cada uno de ellos es distinta, un espectáculo único que no se repite de igual manera aunque sea protagonizada cada día por el mismo elenco. Irrepetible y algunas veces incluso indescriptible. La que podéis ver en la foto está tomada desde el lugar en el que trabajo. Tenemos la suerte de contar con un palco en primera fila, aunque no siempre podamos disfrutar el momento como se debe. Seguramente el contador de visitas continuará creciendo, y quien sabe, quizá llegue a cuatro mil, cinco mil...no sé. Pero las casi dos mil de hoy me han parecido especiales, sobre todo estando tan cerca la nueva presentación del libro. 
Las puestas de sol, los atardeceres, los amaneceres, esos momentos breves e intensos. Hermosos, llenos de belleza y de vida, son algo que me atrae y que forma parte de muchas de esas escenas que he escrito a lo largo de estos años. Esa luz especial, esa luz de preludio, esa luz de escribir de amor...
Seguid haciendo que el contador suba. Seguid callados si queréis, algunas veces esto de hablar sola no está tan mal. Yo seguiré escribiendo de amor y de desamor, de ilusión y de desilusión, de esperanza y de desesperanza,  y seguiré intentado describir... puestas de sol...