Tradúceme.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Acariciar.

Buscaba palabras para describir un momento a luz de las velas.
La yema de mi dedo, acariciando el hueco que se forma al final de tu cuello.
Despacio, con suavidad, sintiendo como late tu corazón justo ahí. Mis dedos recorriendo el hueso de tu clavícula. La piel tersa sobre él, la dureza, la calidez. Mi mano bajando por tu pecho. Un caricia tierna sobre tu pezón. Mi boca buscando la tuya. El silencio.
Y cuando las velas se apagaron... encendimos más.

lunes, 23 de febrero de 2015

Cuando las palabras te hacen imaginar, hasta tal punto que...

El sol empieza a ponerse, y yo, comienzo mis palabras con el crepúsculo.
Pasaran horas aún hasta que lleguen a ti. Pasaran horas esperando cobrar vida para ti, hasta que me tengas al leerme.
El día ha sido largo, has echado de menos tener un poco de tiempo para ti. Has echado de menos poder acudir a mi encuentro. Aunque sea aquí, sobre el papel. Aunque leas mis besos y mis caricias, y hayas de pronunciar tú en voz alta mis te quiero. Recuerda que siempre digo que de una manera o de otra se tiene lo que se desea. Y hoy, me deseas. Ni un sólo instante te ha abandonado hoy la idea de amarme, de tenerme, de poseerme, de hacerme tuya. El sol ya se ha puesto, y tú, me deseas.
Cuando la noche esté cerrada. Cuando en la intimidad de tu habitación busques mis palabras, esta noche amor mío, me tendrás.
Conoces el tono de mi voz,  el timbre de mi risa. Conoces el tacto de mi piel, su olor,  la intensidad de mi mirada y el sabor de mis besos.
Empiezas a leer lo que te he escrito. Sabes que te he echado de menos,  que he soñado con lo mismo que tú. Te hablo de mis ganas de besarte, de mi anhelo de abrazarte y los recuerdos se despiertan en ti.
Aspiras con fuerza llenando tu pecho de aire, suspiras, y crees notar en el aire mi perfume. El mismo que reconoces al entrar en una habitación tras de mí. El mismo que te hace saber que he llegado, que estoy ahí. Sigues leyendo, lees como me aprieto a ti, como mis labios te piden más. Como entreabro la boca para que mi lengua encuentre la tuya, y dejo que se enreden, que se encuentren deseosas la una de la otra.
 Recorres con tu lengua tus labios, porque te parece sentir mi sabor en ellos. Lees mis te quiero.  Lees como te susurro al oído que te amo, que te deseo.  Mi voz  resuena en tu cabeza como si estuviese justo a tu lado.
Sonríes, como si hubieses oído mi risa. En la penumbra de tu habitación me buscas. La luz tenue hace que te parezca ver brillar mi piel, mi pelo. Crees, estás seguro, de que si te levantas y caminas unos pasos, estaré ahí. Que si sigues leyendo estaré ahí…

domingo, 22 de febrero de 2015

Espejismo.

Un parque.
Una noche.
Un paseo,
El invierno.
El frío.
Una pareja.
Un abrazo.
El silencio.
Miradas. 
Un beso.
Dos.
Un adiós.
Un te quiero.
Un espejismo.
Todo lo que podría ser...y no es.


martes, 17 de febrero de 2015

Febrero.

El cursor late en la página en blanco. Pausado y rítmico. Mirando atrás para saber que escribo, porque siempre va un espacio por delante. Espera paciente que mis dedos tecleen lo que suele dictar mi corazón. Lo que algunas veces ni siquiera filtra mi cabeza. Lo que siento mucho más que lo que pienso. Retrocede si ve que me equivoco, o se adelanta dejándome un lugar en blanco, creyendo que tal vez voy a escribir algo importante. Duda...y me deja poner puntos suspensivos, soy adicta a ellos.
Y tras él va quedando una hilera de palabras. Sin mucho sentido pero siempre sentidas.
En estos días grises del mes que me vio nacer hace ya mucho años. El más corto, el más loco, el del amor, el del carnaval. Tantas cosas agolpadas, en tan pocos días. Queriendo acabar con el invierno, que parece tener intenciones de todo lo contrario. Queriendo oler la primavera en el aire cualquier mañana de estas. Queriendo tantas cosas...con tan poco tiempo...
Con tantos puntos suspensivos, siempre..
Con tantas cosas que decir, y tan equivocadas algunas veces...
Dejo que el cursor siga adelante con todos esos puntos, y yo, me escondo en la última palabra. Donde nadie me vea, donde nadie me escuche. Guardo silencio y oigo llover, un día más.
En este mes tan corto...

viernes, 13 de febrero de 2015

San "Valentina"

Los días han encadenado todos los posibles tonos de gris en tu ausencia. El viento ha soplado, silbado, aullado y gritado desesperado tu nombre. El frío ha helado mi aliento junto a la ventana mientras te esperaba. La lluvia de mis lágrimas ha anegado mis sueños ahogándome cada noche en ellos. 
Todos esos enamorados, siéndolo de verdad o fingiendo que lo están, que lo siguen estando. Todos los que se aman a la luz del día, siendo su amor de la clase que sea. Todos ellos van a celebrar que se quieren. Llenarán el día de rosas rojas, de corazones, de besos, sinceros o no. Pero nadie, nadie, se cuestionará nada de lo que vea, nada de lo que hagan, nada de lo que oigan. Porque todos ellos tienen derecho a amarse
Sin embargo, si pusieras fin a mi espera, si regresaras a mí. Solo podría mirarte a los ojos a escondidas, solo podría besarte entre estas cuatro paredes. Testigos silenciosos de nuestro amor, de mi amor por ti. Y el más sincero, el más apasionado, el más autentico de los sentimientos sería condenado por todos si lo sacase a la luz. ¿Quién entendería que te quiera como lo hago? ¿Quién se pondría de mi parte, de la nuestra? ¿Quién se pondría de parte del amor?
El amor...que se celebra su día, sin mí, sin ti, un año más, sin nosotros.