Los días han encadenado todos los posibles tonos de gris en tu ausencia. El viento ha soplado, silbado, aullado y gritado desesperado tu nombre. El frío ha helado mi aliento junto a la ventana mientras te esperaba. La lluvia de mis lágrimas ha anegado mis sueños ahogándome cada noche en ellos.
Todos esos enamorados, siéndolo de verdad o fingiendo que lo están, que lo siguen estando. Todos los que se aman a la luz del día, siendo su amor de la clase que sea. Todos ellos van a celebrar que se quieren. Llenarán el día de rosas rojas, de corazones, de besos, sinceros o no. Pero nadie, nadie, se cuestionará nada de lo que vea, nada de lo que hagan, nada de lo que oigan. Porque todos ellos tienen derecho a amarse
Sin embargo, si pusieras fin a mi espera, si regresaras a mí. Solo podría mirarte a los ojos a escondidas, solo podría besarte entre estas cuatro paredes. Testigos silenciosos de nuestro amor, de mi amor por ti. Y el más sincero, el más apasionado, el más autentico de los sentimientos sería condenado por todos si lo sacase a la luz. ¿Quién entendería que te quiera como lo hago? ¿Quién se pondría de mi parte, de la nuestra? ¿Quién se pondría de parte del amor?
El amor...que se celebra su día, sin mí, sin ti, un año más, sin nosotros.