Tradúceme.

domingo, 29 de junio de 2014

¿Me sueñas?

Se negaron el uno al otro. Ninguno admitió el amor que sentía. Ella no dijo nunca a nadie que pasaba las noches en vela, llorando por el hombre que no estaba a su lado. Él jamás dijo que hubiera dado su vida, por secar con besos cada una de esas lágrimas. Sus almas siempre tenían los brazos extendidos, para tocarse a pesar de la distancia. Se besaban con miradas y se abrazaban con palabras. Cuando no había más testigo de su amor que la noche o las estrellas. Cuando por fin eran ellos y no quienes aparentaban ser. Entonces, y sólo entonces, vivían, existían.
El resto del tiempo sólo eran, un sueño. El que podría tener cualquiera...
Dos almas que se encuentran después de pasar perdidas una eternidad. Dos almas que se han amado en otras vidas, que se reconocen, y que una vez que se han encontrado, nada, nadie, puede separar. Dos almas que se presienten, dos corazones que se unen. Dos vidas que son una. Dos almas que se sueñan, que se sienten incompletas la una sin la otra. Dos mitades de una misma cosa. Dos almas que resisten, esperando, queriendo ser una realidad.
Dos almas...un sueño...
Tu alma, la mía...mi sueño.
¿Me sueñas?

jueves, 26 de junio de 2014

La presentación.



Ayer fue el gran día.
Creo que dentro de mis posibilidades fue todo un éxito, al menos así me lo pareció. Pasamos un rato agradable, que más que nada era de lo que se trataba. Nos reímos, charlamos, nos tomamos una copita, y les presenté a Valentina, no desde luego sin nervios. Ahora cruzo los dedos esperando que alguien haya comenzado a leerlo. Cruzo los dedos esperando que quienes comiencen quieran continuarlo. Y cruzo los dedos esperando haber conseguido lo que quería. Que por unas horas, las que se empleen su lectura, haya sido capaz de hacer que quien lee, vea, sienta, quien sabe incluso llore o se apasione, con ella y su manera de vivir el amor. O en su defecto que les haga pasar un rato distraído, que para mí también es importante cuando se lee.

lunes, 23 de junio de 2014

Un cuento.

Un recuerdo nuevo para avivar el antiguo. Traer al presente el pasado.
Aquella mañana no sintió los nervios de la primera vez. Ahora tenía la certeza de conocer los sentimientos de quien la esperaba. La calma que le daban sus besos, el sosiego de saber que estaría entre sus brazos. La misma música, el mismo camino, el mismo lugar, incluso el mismo viejo árbol bajo el que cobijarse. La conversación y el café no tenían importancia, lo importante es que estaban allí y que seguían juntos. Habían vencido tormentas, huracanes que zarandearon aquella relación. Habían sentido más de una vez que la tierra se abría bajo sus pies y que amenazaba con tragárselos, con hacerlos desaparecer. Soportaron ausencias, dolor. Vencieron todas las dificultades, con besos, con abrazos, con sinceridad, con palabras, con amor. Un amor con raíces tan profundas como aquel viejo árbol bajo el que se sentaron de nuevo al pasar los años. Un amor sólido como la roca, pero capaz de adaptarse como el agua que fluye en un río. Un amor que no se detiene, que crece. Un amor que cualquiera que supiera mirar vería en sus ojos. En los de él cuando la mira, en los de ella cuando le devuelve la mirada. Un amor de cuento, tan real, que algunas veces les duele. Un sentimiento que sólo ellos pueden tocar, hacer tangible. Porque está en sus manos, en sus labios, en sus cuerpos. Volvieron al lugar donde todo empezó para hacerle saber a aquel viejo árbol, que estaban dispuestos a continuar.
Algunas veces los cuentos no tienen un final feliz, simplemente porque... no se acaban.

sábado, 21 de junio de 2014

En el silencio.

Las voces del silencio.
Esas que atronan en tu cabeza.
Esas que te dicen una y otra vez...deberías...
Esas que se dan la vuelta para decir... no lo hagas...
Esas voces indecisas que no callan, que hacen que no conozcas el silencio absoluto.
Esas voces, quejicas, lastimeras, sin razón...con razón.
Esas que algunas veces te impiden moverte, y otras, te lanzan, te impulsan, te acicatean.
Las voces del silencio que sólo oyes tú, que quieren ser oráculo, que hablan desde el pasado queriendo predecir tu futuro.
Esas a las que alguna vez has gritado...¡callad!
Esas a las que puedes oír reírse de ti mientras dicen...
No puedes silenciarnos, porque nosotras somos el silencio.

viernes, 20 de junio de 2014

Dentro de cinco días.

Faltan pocos días para la presentación, tan sólo cinco.
Trato de no imaginar como va a ser esa tarde. Porque ya sabéis lo que pienso, una imagina de mil maneras algo y sucede de la mil una, de la forma que menos esperas. Trato de pensar poco en ello, porque los nervios vendrán solos. Esos nervios que aparenta una calma total en mí. Porque pocos creen que yo sea capaz de ponerme nerviosa, y creo que mientras más tranquila se me ve, más nervios estoy pasando. La ventaja que tengo es que no me va a quitar el sueño la noche antes porque tengo que pasarla trabajando.
"Para ti, amor mío" es lo más largo que he escrito nunca. Creo que es en lo que más ilusión y empeño he puesto. Algunas veces siento que lo he dado todo y que ya no me queda nada dentro. Supongo que es como cuando un amor te hace olvidar otro. Ahora mismo amo a este libro y no me veo capaz de amar nada más. No me veo capaz de escribir nada en lo que Valentina no esté implicada. Sólo quedan cinco días para que os la presente. Creo que ella se pondría también muy nerviosa si supiera que va a estar en vuestras manos, que vais a leer su historia, que vais a amar con ella, que vais a saber que pasa por su cabeza, y sobre todo, por su corazón.
Sólo quedan cinco días...
Cuando ese momento pase podremos hablar de ella, podréis decirme que pensáis, que os parece, y si os ha hecho sentir algo. Si mis palabras han llegado al lugar al que iban dirigidas, a vuestra imaginación, y a vuestro corazón...
Sólo quedan...cinco días...

martes, 17 de junio de 2014

Luego.

¿Me echarás de menos luego? preguntó ella. Claro que sí, respondió él.
Digo luego, en cuanto me dejes, en el momento en que tus ojos ya no tengan a su alcance a los míos. Digo luego, no mañana, ni pasado, ni dentro de una semana, luego...
Luego, cuando tu piel deje de notar el calor de la mía.
Luego, cuando quieras abrazarme y yo...no esté
Luego, cuando te vayas a dormir y yo...no esté.
Luego, cuando te gires en la cama y yo... no esté.
Luego...cuando vuelvas a tu vida y yo...no esté.
¿Me echarás de menos luego? preguntó ella. Y él respondió...

miércoles, 4 de junio de 2014

Para ti, amor mío. Mi libro.

Se acerca el día.
Ayer se podría decir que fue la inauguración de la campaña, con pegada de carteles incluida.
No, no me presento como candidata a nada, lo que se presenta, por fin, es mi libro. Espero que los que aparecéis por aquí, porque sigo pensando que venís aunque parece que os vaya a cobrar por comentario hecho y seguís sin decir ni mu, no faltéis.
Ahora que todo esta definitivamente en marcha, es cuando más ganas de esconder la cabeza bajo tierra me dan. Creo que no sirvo para esto. Me gusta escribir y me encantaría que el mundo entero, sí, el mundo entero, leyese lo que escribo. Eso no casa con querer pasar desapercibida ¿verdad?. Es complicado...pero ya intento explicarlo en otro momento, ahora he de contestar unas preguntas para una nota de prensa...
Os dejo el cartel de la presentación. Bonito ¿a que sí?