Tradúceme.
sábado, 12 de marzo de 2016
Sola.
Aquel amanecer no lo halló esperándola. Aún hacía frío, el sol apenas despuntaba ribeteando las nubes grises de un rojo intenso. La escarcha plateaba el campo, haciendo crujir la hierba bajo sus pies. Los pájaros, animados tal vez por la cercanía de la primavera ya se habían despertado, y sus trinos ponían banda sonora a ese instante. Las flores se desperezaban, estirando sus pétalos en espera de la calidez del primer rayo. El aire olía a limpio, a día recién estrenado. Un día que no tardaría en comenzar...sin él. Al menos la soledad la había acompañado hasta allí, hasta aquel lugar, era su única compañía, y se quedaría con ella,