Voy consumiendo mi paciencia en la espera. Agoto la poca que me queda cuando llegas, en esos primeros besos, en las primeras caricias, en los primeros te quiero...Para cuando tu piel toca la mía, para cuando mi cuerpo acoge el tuyo, ya no me queda ninguna, y lo quiero todo, y lo quiero ya....
Y te devoro hambrienta, impaciente por conseguir lo que tu cuerpo me promete. Nada puede detener la fuerza devastadora de lo que desatas en mí. Consumo ávida lo que me das. Me vuelvo glotona e insaciable. Codiciosa y ambiciosa de todo cuanto eres. Reclamando apasionada y vehemente todo lo que hay en ti, deseosa de que me entregues parte de tu ser, de que te vacíes en mí. Tomar posesión de lo que por las leyes del amor me pertenece. Y vencedora... rendirme a ti.