Tradúceme.

domingo, 23 de octubre de 2016

¿Me das un beso?


Me sujetabas la barbilla para alzar mi cara, haciendo que la luz del sol me diese en los ojos. Sentí como se empequeñecía mi pupila con la luminosidad exterior, o tal vez solo fue por la intensidad de tu mirada. Tu pulgar acarició mi mejilla, y ese leve roce me hizo enrojecer. Estabas tan cerca que sentía el calor que emanaba tu cuerpo. Quería tocarte, poner mis manos en tu pecho, subirlas hasta tu cuello, rodear tu nuca y hacer que te acercases todavía más a mí. Quería sentir tus manos recorriendo mi espalda, en mis caderas, abrazándome, pegándome a ti. Quería besarte, sentir la textura de tus labios presionando los míos. Acariciarlos con la punta de mi lengua hasta que los entreabrieses, conocer su sabor, aprenderlo. Quería sentir la cálida humedad del interior de tu boca, perderme en ella, ser yo, quien entrase en ti.