Cuando
desperté no estabas. Busqué tu calor entre los pliegues de las sábanas, me
enredé en ellas y quise pensar que conservaban tu calor. Busqué tu olor en mi
piel, y el sabor de tu boca en la mía. Deseaba oírte susurrar mi nombre, notar tu aliento en mi cuello Quise sentir el placentero peso de tu
cuerpo sobre el mío, sentirme llena de ti. Perderme otra vez en oleadas de
placer y abandonarme totalmente a ellas, contigo. Cerré los ojos con fuerza,
buscando de nuevo el sueño que te trajo a mí. Fuera ya alboreaba el día, que
con sus primeras luces me mostraba…mi cama siempre vacía.