Tradúceme.

viernes, 1 de julio de 2016

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Te dije mil veces que solo necesitaba tu amor y nada más, te mentía. Que no quería más, y no era cierto. Te mentí, me mentí, para poder esperar. Me equivocaba. Te dije que me bastaba, que era suficiente, que lo que me dabas era...
Eran migajas, restos, sobras, y me has alimentado con ello, me he alimentado de ello durante demasiado tiempo. Quise que mi lucha fuese silenciosa, hice de la paciencia y el amor mi bandera, y la use, una, y otra, y otra, y otra vez...Hasta que no quedaron más que unos jirones desgastados y descoloridos, que a duras penas se sostienen cuando ondean al viento. El viento helado de la desesperación.
Donde hubo amor ya no queda nada. Solo un desierto de cadáveres desecados, los de cada una de mis ilusiones, de mis esperanzas. De tierra seca y agrietada, en la que agoniza sin remedio todo lo que sentí, todos esos anhelos que sembré, y que nunca, llegarán a dar fruto. Donde hubo fuego y pasión ya no queda nada, tan solo ceniza fría y muerta. Donde hubo luz se ha instalado la oscuridad. Donde estuviste tú...ahora solo estoy yo.
Tal vez si desde el principio te hubiese dicho la verdad...