Acércate.
Deja que respire el aire que cubre tu piel.
Ven.
Mi boca está deseando rendirse al primer envite de la tuya.
Mi lengua deseando encontrarse con la tuya, para tener una larga y muda charla contigo.
Deseando decirte todo lo que no sé decir con palabras.
Deseando saber todo lo que callas.
Déjalas que conversen, que se busquen, que se encuentren, que se acaricien, que jueguen, que se amen, que sean preludio y promesa de mucho más.
Regálame tu sabor y que tu aliento sea mío.
Mírame.
Toma de mi lo que quieras.
Sea lo que sea... estoy deseando dártelo.